El Flamenco de Granada mira a Cuba.

El Flamenco de Granada
mira a Cuba

Los flamencos de Granada han demostrado muchas veces que con solidarios y ahí están para demostrarlo ese elevado número de festivales que a lo largo de cada año se organizan a beneficio de ONG, instituciones de carácter benéfico, entidades sin ánimo de lucro o de personas, como es el caso que nos ocupa, que se mueven en su mismo mundo artístico pero carecen de los medios imprescindibles para crecer.

Así nació el Festival Pro-Cuba del que se ha celebrado ya la segunda edición,
también sobre el escenario del Centro Cívico del Zaidín, un barrio que sabe de situaciones difíciles y que se vuelca siempre que se le convoca. Ana Ruiz, para
la que el Flamenco es una forma de vida, una especie de religión, supo rodearse
de nuevo de un buen puñado de bailaores, cantaores y guitarristas, los cuales
hicieron las delicias de los varios cientos de asistentes y dieron de sí mismos, y de su arte, lo mejor de cuanto llevan dentro que es muchísimo.

Desde el sereno maestro Alfredo Arrebola hasta los mismísimos presentadores, todos dieron la talla; José Fernández, Aroa Palomo, Ana Belén, Isa ’la Jazmín’,
Marcos ‘Palometa’, José Fernández hijo, Kiki Corpas… nombres ya míticos la
mayoría de ellos, en ocasiones a pesar de su juventud, y otros bien encauzados
en el camino del éxito, figuras todavía en potencia, dejaron claro testimonio
de que el duendo, el quejío, el embrujo y sobre todo Granada, saben estar a la
altura de las circunstancias y son capaces de llenar de arte el cielo de una
noche que se hace mágica por la arrolladora y cálida actuación de grandes
artistas que se entregan con entusiasmo por que allá, en la isla caribeña
hermana, se forjen nuevas generaciones de maestros del baile y el cante que más nos une.

Ana Ruiz dio de nuevo en la diana, los granadinos pusieron su presencia y un puñado de generosos artistas hicieron el resto. Granada volvió a mirar a Cuba con solidaridad y le tendió la mano.

Enrique Seijas